21 març FORMACIÓN PROFESIONAL PARA ACTRICES/ACTORES: EL MÉTODO LECOQ

En la formación de cualquier actriz/actor, sobretodo en los estadios más iniciales de la misma, es fundamental un buen asentamiento de las técnicas interpretativas más fundamentales; es importante colocar bien los cimientos sobre los cuales se irá construyendo el edificio, sobre los cuales la futura actriz empezará a investigar, a conocerse, a entrenarse y a probar, para así ir creciendo, transformándose y creando una personalidad propia, una marca personal característica.

En este proceso el método propuesto por Jacques Lecoq es de gran utilidad.  A continuación, vamos a revisar los tres aspectos de un método que actualmente se enseña en muchas escuelas de interpretación de todo el mundo: la máscara neutra, el clown y la commedia dell’arte.

 

LA MÁSCARA NEUTRA. Es del silencio que nace la palabra afirma Jacques Lecoq. A partir de este punto es cuando Lecoq considera que comienza “el viaje” del teatro. Y señala a la máscara neutra como el punto central de su pedagogía. “La máscara neutra es un objeto especial. Es un rostro llamado ‘neutro’, en equilibrio, debe servir para sentir el estado de neutralidad previo a la acción, un estado de receptividad a lo que nos rodea, sin conflicto interno.  Cuando el alumno haya sentido ese estado neutro inicial, su cuerpo estará disponible, como una página en blanco en la que podrá imprimirse la escritura del drama”. Se entra en la máscara neutra de la misma manera que a un personaje, sólo que aquí no es una persona, sino un “ser genérico neutro”. Este ser está en un estado de equilibrio, de economía de movimientos.

EL CLOWN. Se basa en la búsqueda del propio clown,  ya que todos somos en el fondo somos payasos. Mediante el clown uno descubre su propia persona. Se trata de investigar emociones y sentimientos con los clowns y las variedades cómicas: el burlesco, lo absurdo  y lo excéntrico. Al liberar los actores de su máscara social tienen la libertad de hacer lo que ellos quieran, y esta libertad hace que afloren comportamientos personales insospechados. No se juega a ser clown, uno lo es cuando su naturaleza profunda se manifiesta junto a los miedos primigenios de la infancia; el clown tiene contacto directo con el público. Como decía Samuel Beckett “da igual, prueba otra vez, fracasa otra vez, fracasa mejor”. 

LA COMMEDIA DELL’ARTE. La Commedia dell’Arte es indiscutiblemente uno de los bastiones sobre los que se levanta el teatro contemporáneo, desde la situación formal de los escenarios en gran parte de los teatros mundiales: el llamado “teatro a la Italiana”, sin olvidar la influencia que sus personajes prototípicos han dejado en el subconsciente colectivo,  y en los personajes del teatro universal: El Avaro, de Moliere y Speed, personaje cómico nacido de la mano de Shakespeare, por nombrar sólo dos de ellos. Personajes que han sido “resumidos” en las líneas de expresión sobre una máscara objeto, y que contiene en ellas toda la información necesaria para que un intérprete familiarizado en su lectura pueda llevarla a escena.

De ahí la necesidad de que la gente de teatro, actores, actrices y todo el que esté involucrado en el hecho escénico tenga conocimientos de la Commedia dell’Arte, y  del universo que ha llegado al teatro de nuestros días: sus prototipos sociales, sus dinámicas escénicas, y sus los juegos de poder sobre los que se estructura una puesta en escena de Commedia dell’Arte. En la comedia humana  todo el mundo es ingenuo  y malicioso; el hambre, el amor y el dinero son los que mueven a los personajes. El tema básico es tender una trampa sin que importe cual se la razón: conseguir una chica, el dinero, la comida. Los personajes se encuentran siempre arrastrados, brutalmente de un sentimiento a otro, el que ríe hasta el más no poder, termina llorando. Este aspecto trágico dentro de lo cómico hace reír al público pero nunca a los personajes.

 

En definitiva, Lecoq apostó por dar primacía a la gestualidad corporal sobre la expresión verbal, priorizando el lenguaje no verbal y físico sobre la palabra. Su estilo tenía como objetivo aprovechar mejor el espacio escénico y que la actriz interactuara más con el público. Por este motivo, su método todavía hoy en día es sumamente eficiente para ayudar a los futuros actores/actrices a conectar con su parte más esencial, más genuina, y a partir de este conocimiento ser capaces de conectar también con un público deseoso de sentir, de emocionarse y de empatizar con los personajes teatrales.

Más información: Máscara Lecoq – Actua!Pro – Formación Profesional en Interpretación